estar en contacto con el mundo exterior, aún sabiendo que en cada salida no existía
plan alguno de realizar esas cosas, pero la fotografía que vez en la parte superior
de la publicación, son de esas fotografías que no la planeas, que están ahí a simple
vista pero dudas en sacar tu cámara para no perderte la vista de tus propios ojos…
para mi suerte pude decidirme hacer ambos, es decir cuando estaba en ese lugar
(y si ya saben que para saber de que lugar les hablo deben seguirme en mi
Instagram ahí encontraran toda la info) desolado, con una brisa pegando a mi rostro,
con un sol escondiéndose para que llegue la noche, pude observar en el horizonte
a estos fantásticos animales que estaban como en una reunión privada sin querer
ser molestados.
Y si son observadores notaran que la toma de la imagen es bastante amplia y sobre
todo de lejos, esto porque no quise interrumpir la magnificencia de la situación que
estaba ocurriendo ante mis ojos. Eso si mas bien la cámara que llevo siempre
conmigo tenia un lente que alcanzaba una distancia focal deseada para tener un
panorama inequívoco del paisaje. Estos animalitos eran flamencos cientos de ellos.
Que a decir verdad a un principio pensé que eran unos grandiosos “visitantes” pero
luego de un rato y observarlos además de meditar llegué a la conclusión que los
únicos “Visitante” era yo, ya que ellos estaban en su habitad natural.
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