Sin duda alguna salir al extranjero fue una de las decisiones que mejor me asentaron en torno a mis
años de vida, es decir el vivir en otro país por un tiempo no menos de 5 años es una experiencia
maravillosa. Y es aquí que llegamos a este momento, a esta fotografía sacada desde lo más íntimo
de mis archivos (aunque no sea una imagen morbosa :D) estoy seguro que los colores, los objetos y
la misma foto como tal transmitirá la misma sensación de sorpresa que me causo a mi cuando la
tomé.
La foto que viste en portada fue tomada en el 2009, así es ya pasó tiempo ¿verdad? Pero déjame
que te cuente como logré esta imagen que dicho sea de paso parece ser simplemente un bosque y
el cielo, pero No, lo saqué en Mendoza (Como siempre les recomiendo seguirme en mi Instagram
para que puedan saber más información) estaba de visita por primera vez en esa ciudad, y no iba a
dejar pasar los maravillosos paisajes que me recibía, el lugar de la imagen no era ni un bosque, ni
un valle, era simple y llanamente árboles bien cuidados y respetados por las personas y te
preguntaras porque me sorprende o me sorprendió para aquel entonces, pues lamentablemente
mi generación y más en mi país y ciudad natal, no se dedicaban a proteger la naturaleza o tener un
ambiente mas amigable con las áreas verdes, y para mi ver ese contraste que había encontrado en
una metrópolis conviviendo de la mano con la naturaleza, pues no podrás creer el nivel de asombro
que tuve. Y conste que, esta fotografía la tomé en pleno invierno. Desde ese momento fue parte de
la influencia de fotografiar lugares, paisajes al saber que existen lugares a la vista de todos que no
lo valoramos y que, si bien solo vemos como una ornamentación, créeme cuando te digo que la
magia de capturar esos momentos están en pequeños detalles y situaciones que la vida nos coloca.
Como en este caso donde mis días en MDZ (Mendoza) fueron un aprendizaje que me hizo ser una
mejor persona.
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